21 Ago Me quieren dejar de ayudar! La trampa de la autoayuda
«Tenemos un exceso de pensamiento mágico pendejo» por Odin Dupeyron
Después de ver una pequeña entrevista a este actor, no podía estar más de acuerdo. Por fin encontré a alguien que pensaba como yo. No podemos estar todo el día pensando que tenemos la obligación de ser felices, y no lo pensamos somos unos verdaderos desgraciados. El mundo emocional es muy complejo pero las emociones básicas marcan nuestras conductas así como las secundarias.
Las emociones no han evolucionado como sentimientos conscientes. Evolucionaron como resultado de especializaciones de la conducta: respuestas físicas controladas por el cerebro que permitieron sobrevivir a organismos antiguos en entornos hostiles y procrear. Aún cuando se ha avanzado mucho en materia de definir las emociones, hasta hoy, la psicología continúa estudiando si alguna reacción en particular se identifica con una emoción específica. Por ejemplo, si los escalofríos son una reacción exclusiva del miedo. Pese a esto, la mayoría de los especialistas está de acuerdo en trazar una línea en el conjunto de las emociones humanas y distinguir aquellas que son primarias (evolutivamente) de las que son secundarias.
Emociones Básicas o Primarias:
Para el célebre psicólogo Theodore Ribot, nuestra personalidad envuelve en su profundidad el origen de la gran trinidad afectiva constituida por el miedo, la cóleray el deseo: son los tres instintos nacidos directamente de la vida orgánica: instinto defensivo, instinto ofensivo, instinto de nutrición.
1. Cólera: enojo, mal genio, atropello, fastidio, molestia, furia, resentimiento, hostilidad, animadversión, impaciencia, indignación, ira, irritabilidad, violencia y odio patológico.
2. Alegría: disfrute, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía patológica.
3. Miedo: ansiedad, desconfianza, fobia, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico.
4. Tristeza: aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, depresión y nostalgia.
Emociones Secundarias:
Las secundarias, con sus respectivas variedad de manifestaciones, son éstas:
- Amor: aceptación, adoración, afinidad, amabilidad, amor desinteresado, caridad, confianza, devoción, dedicación, gentileza y amor obsesivo.
- Sorpresa: asombro, estupefacción, maravilla y shock.
- Vergüenza: arrepentimiento, humillación, mortificación, pena, remordimiento, culpa y vergüenza.
- Aversión: repulsión, asco, desdén, desprecio, menosprecio y aberración.
Las emociones, todas ellas, están por algo, no podemos renegar de nuestra tristeza. La enfermedad o la psicopatología viene cuando está presente en exceso, cuando nuestros mecanismos defensa fallan. Aún así, no podemos exigirnos estar continuamente expuestos a la alegría, al igual que no podemos estar expuestos eternamente a la tristeza, a la rabia, a la venrgüenza, etc.
Si analizamos las redes sociales, como medio de «exposición cruel», a mi parecer, después de estar unos minutos conectados, a uno le queda la sensación de frustración indomable causada por el exacerbado nivel de felicidad del amigo de turno. Por ello, hay que ser consciente que no todo es oro lo que reluce. Exponer nuestras miserias ya no es aceptado, por una sociedad cada día más competitiva, más cruel, más agresiva con aquellos mensajes de tristeza o de infelicidad. No hay que exponer ni la tristeza ni las alegrías. La información que se facilita es muy poderosas para según qué personas. Exponemos nuestra historia, nuetras emociones, nuestras necesidades etc.
Las frases que leo continuamente, como comenta Odin Dupeyron, son mensajes vacíos de contenido, donde la motivación mal entendida, y la psicología positiva llevada a lo peor, hacen de ellas falsas motivadoras que llenan de vacío, frustración, amargura y quizás hasta depresión, de aquellos que se hacen fieles seguidores de frases que las lees en segundos y pareciera que has visto al ángel de la guarda que vendrá a saolucionar tu vida.
«Tú pide que se te dará» … Pues la realidad es que no, que el universo no tiene otra cosa que hacer, que escuchar la linda vocecita de nuestro interior deseando con todas nuestras fuerzas que nos llegue el trabajo de nuestra vida. Cuando lo que hay que entender es que el trabajo de tu vida llega con dedicación, trabajo duro, sacrificio, motivación, empeño, y una larga lista de verbos, adjetivos y adverbios llenos de información que te indican que la controlas tú, y que solo tú puedes cambiar tu destino. Porque querer no es siempre poder.
Hay en esta sociedad FALTA DE RESPONSABILIDAD, en todos los aspectos. Debemos de aprender a ser responsables con quién somos, con lo que hacemos y provocamos. Sólo así tendremos la oportunidad de crecer y conseguir los objetivos que nos propongamos. Porque el universo no conspira,quien debe de luchar por ti eres tu mism@o.
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